Reflexiones de "vuelta al cole"
Me siento a escribir estas líneas tomándome un té con leche una tarde de septiembre en el norte de España. Me he puesto una sudadera y las hojas de los árboles ya están cambiando de color. Después de semanas de verano, los niños vuelven al colegio y los adultos regresamos al trabajo y a la rutina “un curso más”.
Pienso en que, cuando empiezas o retomas algo, hay un elemento de evaluación y oportunidad. Quizá en estos días te hayas parado un momento para hacerte alguna de estas preguntas: ¿Quiero seguir en este trabajo? ¿Me compensa lo suficiente? ¿Hay otras cosas que desearía hacer? ¿Hay otra realidad posible?
Un paseo por los 9 puntos del Eneagrama
Imagino que los tipo Seis se preguntan esto cada lunes, por esa duda que les entra de que igual el viento los ha cambiado de rumbo y necesitan volver a anclarse a un punto de referencia externo.
Los tipo Nueve nos lo preguntamos a menudo porque nos olvidamos de porqué estamos en el camino en el que estamos. Una amnesia parecida a los del tipo Uno, que a cada rato deben asegurarse de continuar avanzando en la dirección correcta de la mejor forma posible.
En estos momentos de “volver a arremangarse” hay, como decía, un elemento de oportunidad. Un momento de volvernos un poco “Sietes” y permitirnos sentir y soñar. ¿Cuándo ha sido la última vez que te has preguntado si estás feliz donde estás? ¿Cuándo ha sido la última vez que te has permitido imaginarte otros escenarios, otros empleos, otras rutinas diarias?
Las personas tipo Cuatro no se equivocan al querer que la vida tenga profundidad y significado. A ver, es cierto que hay que aceptar y saber vivir en lo ordinario de cada día, proceso necesario para todo Cuatro, pero no hay por qué desechar por completo la búsqueda de lo que nos hace especiales, de lo que hace que nuestros días nos agraden.
Vayamos a observarnos con la objetividad y el realismo del punto Cinco. Planteémonos pasos y objetivos desde el punto Tres. Llenémonos de valentía y resolución en el punto Ocho. Cuidemos también nuestros sueños, nuestras necesidades, nuestra trayectoria, despertando como despiertan los tipos Dos a la realidad de que han estado ocupándose de todo menos de sí mismos.
Preguntas al comienzo (o retorno) de una etapa
Puede parecerte un lujo hacerse preguntas de este calibre si piensas que las respuestas son siempre del tipo cambiar de empleo, ponerte a estudiar un nuevo máster o tomarte un año sabático. La realidad, de la mayoría, no nos presenta oportunidad de cambios tan drásticos, y las necesidades económicas o las restricciones familiares no se transforman de la noche a la mañana. ¿Entonces?
Entonces, ¿cuáles son los pequeños ajustes que podemos hacer para ser más felices? ¿para estar más conectados a las personas de nuestro entorno? ¿Qué podemos hacer para avanzar, aunque sea poco a poco, hacia un objetivo deseado? ¿Qué he dejado de hacer que me venía bien? ¿Qué hago que no representa mis valores, qué cambios puedo hacer?
Tu respuesta a todas estas reflexiones podría traducirse en algo (predecible) como apuntarte a otro curso online, pero también podría ser proponerte pensar cada mañana en tres cosas por las que estás agradecido. Podría ser cambiar de empleo, pero también podría ser algo más realizable como proponerte hacer preguntas a tus compañeros de trabajo que no soportas para lograr conocerlos y comprenderlos un poco mejor. Tu respuesta podría ser cambiar fundamentalmente de vida, o podría ser añadir un nuevo hobby que te ayude a sacar ese aspecto que sientes que tienes olvidado.
Usar "condimentos" para cambiar el sabor de tu vida
Esto último me encanta porque creo que muchas veces podríamos dejar de hacer una cosa para hacer hueco a algo nuevo que nos ayude a desarrollar algo de nosotros que tenemos olvidado: algo creativo, social, matemático, físico, lingüístico, espiritual… ¡Quién sabe quién me lee y cómo es tu día a día! ¿Quién sabe qué “botes de especias” no estas usando en tu comida?
Quiero decir, ¿qué aspectos tienes olvidados en tu día a día? ¿Qué te parecería escoger uno para añadir a tu vida? No tiene porqué ser para siempre pero por lo menos, de aquí a unos meses, pon algo nuevo a prueba y luego pregúntate qué te ha añadido y enseñado.
- Algo que te desafíe físicamente
- Algo que te desafíe creativamente
- Algo que te desafíe emocionalmente
- Algo que te desafíe intelectualmente
- Algo que te desafíe socialmente
- Algo que te desafíe espiritualmente
Transformar tu día a día con el Eneagrama
Obviamente, para mí aprender Eneagrama es un condimento tan básico como la sal en la cocina. Aprender cómo funcionamos yo y la gente a mi alrededor me ayuda muchísimo a estar mejor conmigo misma y en los equipos o situaciones en las que me encuentro con otras personas. Es algo que me desafía en más de una de las áreas anteriores.
Si te preguntas cómo puedes aprender Eneagrama, te invito a seguir leyendo mis artículos (empieza aquí), puedes apuntarte a un curso o leerte un buen libro (claro que te recomiendo el mío).
Otra cosa que me ayuda, y no es la primera vez que os lo cuento, es tener una agenda y un diario. Y no, no he escrito toda esta parrafada para venderos mi agenda de Eneagrama pero mira, es que no se me ocurre mejor recurso ahora mismo. Te acompaña en tu camino de aprender Eneagrama, conocerte mejor, y evaluarte amablemente cada semana. Sin fechas, cualquier momento es bueno para comenzar a usarla.
¿Qué ajustes me estoy proponiendo yo al comienzo de este otoño? Te cuento:
- Revisar bien mi calendario y planificar con equilibrio mis tiempos de trabajo y recuperación.
- Hacer ejercicio un par de días a la semana.
- Leer más, Netflix menos.
- Esforzarme por estar presente a mis hijos, acompañarles a pasear al perro.
- Valorar más mi trabajo y exponerme más. Aceptar propuestas que me parece que me quedan grandes.
- Escuchar audiolibros en el coche.
- Apuntarme a Duolingo francés.
- Dejarme el pelo largo.
- Escribir más artículos.
Y nada más. Te dejo ya que se me ha enfriado el té.
Espero que puedas pasearte por los números del Eneagrama para darte un impulso en la etapa que tienes delante, que puedas aprender de cada tipo de personalidad y apoyarte con confianza en el tuyo. Para lo que necesites, aquí me tienes,
Berta Byler